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5 Razones por las que es más importante ser “diferente” que “mejor”

Ser diferente es un compromiso con la autenticidad, la perseverancia y el propósito.

He aprendido (tanto por estudio como por experiencia) que la búsqueda de lo “mejor” suele ser un callejón sin salida. Lo mejor es subjetivo, ilusorio e incluso puede ser una trampa que te mantiene en un ciclo de comparación.


Por otro lado, lo “diferente” suele ser mucho más objetivo. Ser categórica e innegablemente diferente es una decisión de salir del rebaño y reclamar tu espacio único en el mercado.


Lo he visto en los negocios, el liderazgo y la vida, y conozco esta verdad: si quieres tener éxito a un alto nivel, concéntrate en ser diferente y en comunicar esa diferencia al mercado.


Lo mejor es subjetivo

Cuando comencé mi correduría de bienes raíces, Amherst Madison, cometí el error común de proponerme ser “mejor” que la competencia. ¿Por qué? Porque… eso era lo que todos hacían. Llámalo ego o tal vez solo falta de imaginación.


El sector inmobiliario se alimenta de la comparación, y todos intentan reivindicar el primer puesto como “el mejor”. Durante años me esforcé y me esforcé por afianzarme en el mercado hasta que comprendí que tanto mi objetivo como mi mensaje eran erróneos.


“Mejor” es subjetivo, vago y no necesariamente vinculado directamente con tus valores, tu misión o tus razones para fundar una empresa en primer lugar. Lo que para una persona es “mejor” para otra es “no es para mí”.


El problema de competir en base a “mejor” es que te obliga a jugar con las reglas de otra persona (tu competidor). Te encuentras midiendo el éxito con estándares que no creaste, buscando una aprobación que tal vez nunca llegue.


Piénsalo: en cualquier sector, todo el mundo grita: “¡Somos mejores!”. Mejor servicio. Mejores precios. Mejores resultados. Es solo ruido. La gente no le presta atención porque no tiene sentido a menos que se conecte directamente con sus necesidades o valores específicos.


Cuando me di cuenta de que mi correduría no podía (ni quería) ofrecer todo a todo el mundo, y cuando cambiamos nuestro público objetivo y nuestro mensaje en consecuencia, empezamos a generar un impulso real. Nos centramos en ser auténticos y únicos.


Si te obsesionas con cómo ser mejor que tu competencia, deja de hacerlo. En lugar de eso, pregúntate: ¿qué te hace diferente? Ser mejor siempre dependerá de quién juzgue, pero ¿ser diferente? Ser diferente se sostiene por sí solo.


Ser diferente es simplemente diferente

Esto es lo que he aprendido sobre ser diferente: no se trata de ser el mejor en algo que otra persona creó. Se trata de crear algo completamente nuevo.

 

Cuando comencé mi correduría, no me interesaba seguir el modelo tradicional de correduría. No era suficiente simplemente modificar la fórmula existente y afirmar que era "mejor". En cambio, construí algo fundamentalmente diferente, algo que reflejara nuestros valores, nuestra visión y nuestra creencia en elevar la industria inmobiliaria.


Quizás de manera más directa, construimos algo basado en nuestra creencia de que las personas pueden cambiar, pueden aprender y pueden mejorar a sí mismas y sus circunstancias en la vida.


Ser diferente es simplemente diferente. No está sujeto a debate ni interpretación. Es una declaración. Tomemos como ejemplo el Cybertruck de Tesla. Cuando se lanzó, la gente se burló de su diseño. Los críticos se rieron de él, pero ahora es un símbolo de innovación audaz y su éxito es innegable. Te guste o no, es imposible ignorarlo. Ese es el poder de ser diferente.


He visto esto en mi propia experiencia. Ser diferente significa que no esperas a que el mercado valide tu visión, creas algo tan atractivo que el mercado no puede evitar tomar nota. No se trata de complacer a todo el mundo. Se trata de encontrar a tu gente, tu nicho y aprovecharlo sin pedir disculpas.


El sistema está diseñado para ponerte a prueba

Si alguna vez te has salido de la norma y te has declarado diferente, probablemente hayas experimentado críticas. Resistencia. Rechazo. Yo sé que me ha pasado. En el momento en que dices: "Soy diferente", la gente intentará hacerte volver al rebaño. Así es como funciona el sistema. Está diseñado para ponerte a prueba. No te sorprendas por ello.


Cuando levanté la mano en el mercado y dije que íbamos a hacer las cosas de manera diferente, me encontré con una competencia brutal, demandas, difamación e incluso ataques personales. Sentí que el mundo estaba conspirando para hacerme renunciar. Pero esta es la verdad: el sistema no es personal. Está diseñado para separar a quienes realmente creen en su visión de quienes no. Serás puesto a prueba.


Esta es la lección fundamental: no interpretes la resistencia como una señal de que estás en el camino equivocado. Las pruebas son parte del proceso. Están ahí para agudizarte, hacerte más fuerte, prepararte para lo que te espera. La única forma de fracasar es si te rindes. Así que espera las pruebas, acéptalas y sigue avanzando.


Cuenta tu historia, o alguien más lo hará

Una de las lecciones más importantes que he aprendido es esta: si no cuentas tu historia, alguien más lo hará. Y créeme, no la contarán de la manera que tú quisieras.

Durante mucho tiempo, pensé que mi trabajo hablaría por sí solo. Supuse que la gente entendería naturalmente quién era yo y lo que representaba. Estaba equivocada. Si no eres dueña de tu historia, otros la definirán por ti y la distorsionarán para servir a sus propios intereses.


Tu historia es tu poder. Es lo que te hace diferente. Es la base de tu marca, tu negocio, tu vida. Pero contar tu historia requiere coraje. Significa pararse frente al mundo y decir: "Esto es lo que soy. Esta es la razón por la que hago lo que hago".


No es fácil, pero es necesario. Y cuando cuentas tu historia de manera auténtica, generas confianza, credibilidad y conexión.


Concéntrate en tu camino

Cada camino es diferente. Lo he aprendido de la manera más difícil. He enfrentado contratiempos, fracasos y desvíos que nunca vi venir. Pero la cuestión es la siguiente: el éxito no consiste en seguir el mapa de otra persona, sino en forjar tu propio camino, sin importar lo difícil o poco convencional que pueda ser.


Hay un juego peligroso al que todos jugamos cuando nos enfrentamos a desafíos. Empezamos a pensar: “No se supone que sea tan difícil”. Pero, ¿quién decide lo que “se supone” que debe suceder? No existe ningún reglamento que diga que el éxito debe llegar fácil o rápidamente. Se necesita lo que se necesita. Y el camino de cada uno es único.


La clave es mantenerse centrado en su propósito. Conozca su “por qué”. Para mí, mi “por qué” siempre ha sido construir algo significativo, algo que sirva a los demás y se alinee con mis valores. Cuando tiene claro su propósito, puede capear cualquier tormenta. Puede superar los tiempos difíciles porque sabe por qué está luchando.


Ser diferente no es solo una estrategia. Es una mentalidad. Es un compromiso con la autenticidad, la perseverancia y el propósito. Sí, es difícil. Sí, lo pondrá a prueba. Pero al final, vale la pena. Así que deje de perseguir “lo mejor”. En cambio, concéntrese en lo que lo hace diferente. Cuente su historia. Acepta las pruebas y mantente fiel a tu camino, porque ahí es donde reside el verdadero éxito.


Autor: Nick Schlekeway

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